viernes, febrero 29, 2008

En la Floristería


"La mujer caminaba por un centro comercial cuando se fijó en el cartel: una nueva floristería. Al entrar, se llevó un susto: no vio ninguna maceta, ningún ramo, ninguna cesta, pero era Dios en persona quien atendía en el mostrador.

-Puedes pedirme lo que quieras –dijo Dios.

-Quiero ser feliz. Quiero paz, dinero, facilidad para hacerme entender. Quiero ir al cielo cuando muera. Y quiero que todo esto se conceda también a mis amigos.

Dios se dio la vuelta y abrió algunos botes que estaban en el estante, sacó de dentro algunos granos, y le extendió la mano a la mujer.

-Aquí tienes las semillas –dijo. –Comienza por plantarlas, que aquí no tenemos los frutos."


Todos llevamos dentro de nosotros las semillas de la felicidad. Corresponde a cada uno de nosotros el saber plantarlas adecuadamente y cuidarlas como se merecen para que fructifiquen y seamos felices.

2 comentarios:

AoKumo dijo...

Eso está claro, mucha gente ni se molesta en verlas de vez en cuando...
tenemos que tomar ejemplo de Arendhel, que ya le van a salir 5 capullos^^

Te veo luego!

Anónimo dijo...

Creo que si le dices eso a uno que nacio en Nigeria y come galletas de barro (literalmente) o un noble de realeza inglesa, no te van a contestar igual. La felicidad depende de cada uno, si, pero no todos juganmos con las mismas reglas en el mundo. La vida libre es un fraude, y fuera de la jaula eres una mierda. Asi que estamos bien jodidos verdad?, pero aun asi la vida sigue merenciendo la vida, asi que supongo que no sera todo tan malo, o no?.
PD: Procura poner las fuentes, se que lo sueles hacer, pero en este caso me quedao con el gusanillo