martes, noviembre 27, 2007

Nuevo descubrimiento musical: Hinder



Pues sí señores, otro grato descubrimiento de un grupo de música, muy en la honda Hard-Rockera de Alter Bridge, Saliva, Staind o Black Stone Cherry, grupos que están haciendo las delicias de mis oídos actualmente. Fue descubierto en uno de las muchas inmersiones por You Tube. Por lo que sé, sólo han sacado un disco, Extreme Behavior y el grupo se llama HINDER. Os dejo con alguno de sus éxitos. Espero que os gusten. Hasta otro descubrimiento.

Born to be wild


Better than me


Lips of an Angel

lunes, noviembre 19, 2007

Pesadilla.....

Buenas noches bloggers, lo sé, horas muy raras para que un servidor escriba por aquí, pero es que me acabo de terminar de leer el cómic de Pesadilla antes de Navidad, y tenía que dejar constancia de que la historia me ha encantado... allá donde haya una historia de amor... Aún no he visto la película, pero sin falta mañana después de comer la visionaré. ¿Me convertiré en otro adepto? Yo creo que sí.




lunes, noviembre 12, 2007

El Laberinto de la Felicidad. Parte VI.



Sexta parada: Alegría. "Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad". Pearl S. Buck.

Finalmente, si todo lo anterior nos resulta demasiado complejo, siempre podemos llegar a la felicidad de mano de la alegría. Mucho tenemos que aprender de los humanos que desde su desnudez nunca tuvieron necesidad de romperse la cabeza intentando conceptuar qué es la felicidad, ya que ellos, simplemente, experimentan la alegría.

Ésta es más directa, más simple, más fácil, más inocente y más tangible que la felicidad. La alegría nos espera en las pequeñas cosas de la vida para susurrarnos al oído que, a través de ella, podemos ser felices. Y es que es realmente difícil ser felices si buscamos incesante y angustiadamente en qué consiste la felicidad. Porque ésta no es un lugar al que llegar; es más bien una manera de andar. Y mientras hay quienes se dedican a perseguir la felicidad, otros la crean amando, sirviendo, desarrollando su conciencia, procurando cuidar lo esencial o brindando pellizcos de alegría a quienes le rodean.

En el fondo, no es tan complicado ser feliz.





P.D.: Ésta serie de seis paradas sobre la "Búsqueda de la Felicidad" ha quedado finalizada con esta entrada. Decir sólo que espero que os hayan gustado y en la medida de lo posible ayudado a ver la vida de otro modo, sin cambiar vuestra propia visión. He tenido el inmenso placer de leerme el libro del cual están sacadas estas seis paradas, y me ha parecido muy bueno, recomiendo a todo aquel que pueda que lo lea.

domingo, noviembre 11, 2007

El Laberinto de la Felicidad. Parte V


Quinta parada: servir. "Si queremos un mundo de paz y de justicia, debemos poner la inteligencia al servicio del amor". Antoine de Saint-Exupéry.

Llegados a este punto, aparece la pregunta inevitable: ¿cómo podemos ser felices si vivimos en un mundo donde la justicia, la solidaridad, la paz o los derechos humanos son aún una utopía en muchas partes de nuestro planeta? Quizá en esa tristeza inevitable que nace al leer el periódico cada día esté el acicate hacia la creación de la felicidad, pero no la propia, sino la del ser humano que sufre.

Si no hay tristeza, no puede haber compasión ni rebelión, y si no hay compasión ni rebelión, no puede haber verdadero impulso hacia la transformación. La compasión, la entrega al otro, el servir a una causa mayor que uno mismo son fuente de felicidad, aunque sólo sea desde el egoísmo inteligente que hace que, al entregarnos al otro, consigamos olvidarnos de nuestros propios problemas.

Por difícil que sea su situación, las personas que construyen su felicidad en el servicio al otro no ven la existencia como un coto cerrado, sino como un universo de posibilidades en el que todo está por hacer.

El Laberinto de la Felicidad. Parte IV

Cuarta parada: el lujo de lo esencial. "Es más fácil calzarse unas zapatillas que alfombrar toda la tierra". Anthony de Mello.

Nacemos ingenuos y felices, y la paradoja es que vamos dejando de serlo a medida que buscamos la felicidad en los objetos, en la materia. También en muchos casos, y a medida que crecemos y envejecemos, la inteligencia nos lleva al escepticismo.

Pero el escepticismo no es una buena base sobre la que edificar la felicidad; más bien es una parada necesaria en el camino de la sabiduría, nunca la estación final. La misma inteligencia que nos llevó a él debe devolvernos a la ingenuidad perdida no como un medio para alcanzar la felicidad, sino como un fin.

Y es en esa ingenuidad donde, de repente, emergen la humildad y la gratitud, ingredientes imprescindibles en el viaje hacia el centro del laberinto de la felicidad. Desde ellas valoramos lo esencial, lo simple, lo honesto: la amistad, la belleza natural, el arte que emerge de la entrega, el lujo de lo esencial.




sábado, noviembre 10, 2007

El Laberinto de la Felicidad. Parte III


Tercera parada: voluntad de sentido. "Quien tiene un por qué vivir, encontrará siempre un cómo". Víctor Frankl.


Hay otro elemento común entre aquellas personas que se declaran felices: la voluntad de sentido. El ejercicio voluntario y consciente de dar un significado positivo y constructivo a lo vivido, sea cual sea el signo de la experiencia registrada. Luego no es tan importante aquello que nos sucede como el significado que le damos a lo sucedido. Dicho de otro modo: toda experiencia negativa que hemos padecido en el pasado puede ser el elemento alquímico de la felicidad en el futuro.

Los ejemplos son múltiples y abordan todas las dimensiones de la vida: "si no hubiera conocido a esa pareja que me hizo la vida imposible, no podría valorar a la que tengo ahora"; "si no hubiera tenido aquel jefe tan lamentable, que me mostró lo que nunca se debe hacer, no sabría valorar el hecho de tener un buen jefe como el que ahora tengo"; "si no hubiera sufrido tal enfermedad, no habría tomado conciencia de cómo desarrollar unos nuevos hábitos de cuidado de mi cuerpo...".

La persona feliz intenta extraer la parte positiva de todo lo vivido. No desde la ingenuidad, ni desde la estupidez, tampoco desde la sumisión, sino desde el coraje, la fuerza interior y la entrega a la propia vida. En este sentido, Albert Camus aseguraba: "La propia lucha para alcanzar la cima basta para llegar al corazón de un hombre". Y concluía: "Sísifo debió de ser feliz".

viernes, noviembre 09, 2007

El Laberinto de la Felicidad. Parte II

Segunda Parada: Conciencia. "La felicidad consiste en valorar lo que tienes". Hellen Keller.

Otra característica común de las personas que se declaran felices es su capacidad para valorar y disfrutar lo que tienen. Y no nos referimos a la posesión de bienes materiales, que, más que felicidad, procuran comodidad, bienestar o placer; al contrario, la felicidad parece emerger de la toma de conciencia de aquello que es obvio y que, precisamente por ello, obviamos: un buen estado de salud, la compañía de nuestros afectos, el contacto con la naturaleza, una buena conversación, tener el privilegio de trabajar en algo que nos gusta.....

Sin duda, los conceptos conciencia, amor y felicidad van juntos. Ya lo decía el sabio alquimista medieval Paracelso: "Quien conoce, ama. Y quien ama, es feliz".




domingo, noviembre 04, 2007

El Laberinto de la Felicidad. Parte I

Buenas, esta vez os volveré a hablar de aquello que se nos escapa con bastante frecuencia: la felicidad. Esta primera entrega de una serie de seis está sacada de un artículo del país semanal que corresponde a un libro llamado El Laberinto de la Felicidad. Amar, valorar lo que se tiene, perseguir lo esencial y disfrutar de las pequeñas (y grandes) alegrías son algunas de las señales de la "hoja de ruta" que conducen a la felicidad.

Primera Parada: Amor, ternura y afecto. "La felicidad es hacer felices a los demás". François Lelord.

Según la neurobiología y los estudios de opinión, la materia prima esencial de la felicidad es el amor. Nadie es más feliz que el que ama y a su vez se siente correspondido. La ternura, el afecto y las caricias son la primera parada obligada en el camino hacia el centro del laberinto de la felicidad. El amor y la intimidad que de él se deriva constituyen la única manera de pretender a otro ser humano en lo más profundo de su personalidad. En ese proceso, la persona que ama posibilita al amado a que manifieste sus potencias.

Es a través de esa toma de conciencia de lo que podemos llegar a ser gracias al reconocimiento y al apoyo de quien nos ama como se pone en marcha el proceso que permite que nuestro potencial se convierta en realidad. Allí, en el proceso de desarrollo personal que nace del amor, se ejercita una experiencia mucho más intensa que el placer: la felicidad.